¡Ah! Ese es el quid de la cuestión. La gran decisión que hemos de tomar a la hora de mudarnos de casa a una nueva cuando no contamos con el dinero y debemos desprendernos de nuestro (futuro) antiguo hogar para concretar la compra del nuevo.
¿La situación ideal en la cabeza de la mayoría de nuestros clientes? Vender su casa actual al mismo tiempo que compran una nueva, formando una cadena impecable de propiedades donde se cumplan los siguientes preceptos:
- Conseguir el mejor precio por la vivienda actual
- Comprar el nuevo piso o casa lo más barato que se pueda
- Pasar por todo el proceso sin despeinarse ni sentir dolor
Sin embargo, y por mucho vértigo que la idea pueda producirte, vender antes de comprar puede ser una buena estrategia. Conlleva algún riesgo pero también puede traer grandes ventajas en el camino.
Tres importantes ventajas de vender antes de comprar
- Sabes exactamente con cuánto dinero cuentas para la compra. Hay una larga historia de propietarios que sobreestimaron el valor de sus hogares actuales, compraron la nueva casa siendo muy optimistas y luego se encontraron con el agua al cuello.
- Te pone en una posición privilegiada al comprar. Un vendedor prefiere un comprador con el efectivo en el banco (y/o una hipoteca pre-aprobada) en lugar de ingresar en una cadena donde su venta depende de otra venta.
- Tienes el control de la venta de tu vivienda ya que no necesitas hacer una venta rápida y bajo presión. Tener el tiempo de tu parte te pone en una posición de negociación más fuerte.
Consejos para vender antes de comprar
- Vigila el mercado inmobiliario mientras estás vendiendo. Aunque te hayas decidido a vender primero maneja los dos frentes a la vez por si llega el piso perfecto.
- Trabaja con tu inmobiliaria de confianza de manera de poder concentrar las dos operaciones, la venta y la posterior compra, con ellos. De este modo, mientras se tramita la venta, tendrán en mente lo que buscas y serás el primero en visitar viviendas con potencial
- Pide a tu inmobiliaria que intente acordar firma de la escritura y entrega de la vivienda en un período lo más prolongado posible. Dilatar el proceso unos días puede darte el tiempo suficiente para comprar tu nuevo lugar.
Es cierto que vender antes de comprar tiene algunos riesgos no desestimables y es nuestro deber mostrarte todas las caras. Posibles contras:
1. Si el precio de la vivienda sube mientras buscas el nuevo nido tu dinero se desvaloriza.
2. Otra contra puede ser que mientras buscas tengas que alquilar una casa de transición.
Para cada contra hay una solución, sólo hay que estar dispuesto a aplicarla.
El dinero que cobras, o parte de él, puedes ponerlo en algún fondo de inversión para compensar la subida del mercado. Los hay para inversores más arriesgados, mayor rentabilidad, y para conservadores que ofrecen una rentabilidad más moderada.
Lo de alquilar una casa de transición puede evitarse si pones tus muebles y otros bienes en un trastero y te mudas a lo de algún familiar. Si ese plan es demasiado para ti puedes hacer el sacrificio de alquilar algo modesto, económico, tomándolo como una aventura, un paso necesario hacia tu hogar definitivo.
De cualquier modo, y como te contábamos antes, tener el dinero en mano (bueno, en el banco) te da una capacidad de negociación y te pone en una situación de privilegio que, excepto que nada te venga bien, acelera cualquier proceso de compra.