Por mucho que te gusten los diamantes no hay un recurso más precioso que el agua.
Aún así abusamos de ella, la malgastamos como si fuera eterna, infinita. De la misma manera que creemos que seremos jóvenes para siempre.
¿Sabías que España es uno de los cinco países de la Unión Europea (junto con Bélgica, Luxemburgo, Alemania e Italia) que más agua consumen por habitante? Consumimos 171 litros por habitante, 121 más de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud como el volumen mínimo para cubrir las necesidades básicas.
Nuestro suministro de agua está sometido a un estrés cada vez mayor y esto pone en jaque el acceso al agua potable, el mantenimiento de ecosistemas naturales sanos y el suministro estable de alimentos.
El panorama puede parecer desolador pero, afortunadamente, nos sobran oportunidades para hacer un uso más eficiente de tan valioso elemento.
Y si el cuidado del planeta no es motivación suficiente para ti este puede ser el argumento final que necesitas para lanzarte: si modificas tus hábitos de consumo también ahorrarás en tu factura.
En el baño
- Verifica si tu inodoro tiene pérdidas. Pon un poco de colorante de alimentos en el tanque. Espera 20 a 30 minutos. Si el agua en la taza ha cambiado de color hay una fuga presente
- No uses el baño como un cenicero o una papelera. Cada vez que tiras una colilla, una toallita facial, un resto de hilo dental estás desperdiciando 20 litros de agua
- Coloca 1 o 2 botellas de plástico en el tanque del inodoro. Para reducir el desperdicio de agua, pon arena o piedras dentro de cada una de las dos botellas de plástico para que se mantengan en el fondo y el resto llénalo con agua y acomódalas en el tanque del inodoro, a salvo de los mecanismos operativos. En un hogar promedio, las botellas pueden hacerte ahorrar más de 30 litros de agua por día.
- Toma duchas más cortas. Es una obviedad ¿verdad? Pero no lo hacemos. Las duchas calientes y largas pueden desperdiciar de 15 a 30 litros por cada minuto innecesario. Limita el uso del agua al tiempo que tardas en enjabonarte, frotarte y enjuagarte.
- Instala cabezales de ducha o restrictores de flujo que ahorren agua. Son económicos y fáciles de instalar.
- Toma baños. Un baño con la bañera parcialmente llena utiliza menos agua que todas las duchas (excepto las más cortas)
- Cierra el agua después de mojar tu cepillo de dientes. Esta simple acción ahorra 6 litros por minuto. Simplemente humedece tu cepillo y llena un vaso para enjuagarte la boca.
- Enjuaga tu cuchilla en el fregadero. Llena el fondo del fregadero con unos centímetros de agua tibia. Tu cuchilla se limpiará tan bien como con el agua corriente y no estarás derrochando.
- Controla periódicamente grifos y tuberías para ver si hay fugas. Incluso el goteo más pequeño de una lavadora puede desperdiciar 20 o más litros por día.
En la cocina
- Usa el lavavajillas automático y la lavadora sólo para cargas completas.
- Si lavas los platos a mano, no dejes correr el agua. Llena tu fregadero con agua caliente, pon todo lo que quepa dentro y frótalos. Ahorrarás agua y hasta te resultará más fácil limpiarlos.
- No permitas que el grifo funcione mientras limpias las verduras. Enjuágalas en el fregadero con tapón o en una olla de agua limpia.
- Mantén una botella de agua potable en el refrigerador. Dejar correr el agua del grifo para beberla fresca es desperdiciar.
- Reutiliza el agua con la que cocinas pasta. Una vez que se enfría, puedes usarla para regar tus plantas.
… Y si tienes jardín
- Riega tu césped sólo cuando lo necesita. Una buena manera de ver si tu césped necesita riego es pisar el pasto. Si vuelve a levantarse cuando levantas el pie significa que, por el momento, no necesita agua
- Planta árboles y plantas resistentes a la sequía. Muchos árboles y plantas requieren menos agua para crecer hermosos que otras especies.
- Riega muy temprano en la mañana. Hacerlo en las horas más frescas del día es más eficiente porque evitas la evaporación por el calor. Además, previenes el crecimiento de hongos en tu jardín.
- No hagas funcionar la manguera mientras lavas el coche. Te proponemos dos alternativas: utiliza el balde o bien llévalo al lavadero que, aunque no lo parezca, hace un uso más eficiente del agua.
- Barre el camino de entrada en lugar de limpiarlo con el agua de la manguera. Ahorras y haces ejercicio al mismo tiempo ¡Todas son ganancias!
Echa un vistazo a tu última factura del agua. Pon en práctica estas acciones y verás en la próxima cómo logras que, poco a poco, el consumo disminuya ¡Ah! y no dejes de anotar en tu calendario que el 22 de marzo es el Día Mundial del Agua.