En el mercado inmobiliario son muchas las veces que escuchamos hablar de dúplex. Este término hace referencia a un tipo de vivienda que presenta dos plantas o pisos conectados entre sí por una escalera interior o, en algunas ocasiones, por un ascensor. Sin embargo, ¿cuáles son las diferencias entre vivir en un dúplex y en una casa?
Diferencias entre vivir en un dúplex y una casa
A la hora de comprar una vivienda, son diversas las opciones que se nos plantean. Decantarse por una opción u otra, muchas veces, es cuestión de gustos y preferencias.
Hay personas que prefieren vivir en la mejor zona de una gran ciudad aunque su vivienda sea un pequeño piso, y otras prefieren mudarse a la periferia para vivir en una casa con jardín.
Sin embargo, los dúplex ofrecen un mix entre lo anteriormente mencionado. Hoy te exponemos las diferencias entre vivir en un dúplex y en una casa con el fin de encontrar aquella que mejor se adapte a las preferencias de cada uno.
La principal diferencia entre vivir en un dúplex y en una casa es la tipología de vivienda. Los dúplex son un tipo de construcción plurifamiliar mientras que las casas están construidas para que sean una solución residencial unifamiliar.
Otra diferencia es la ubicación. Habitualmente los dúplex suelen encontrarse próximos a núcleos urbanos y centro de las ciudades, a diferencia de las casas, ubicadas principalmente en las periferias de los núcleos urbanos. Si bien esto no puede ser entendido como una norma general, pues hay excepciones: núcleos urbanos compuestos por viviendas unifamiliares y barrios periféricos formados por pisos residenciales.
Por último, una diferencia notable entre un dúplex y una casa son las zonas comunes y exteriores. Si bien, normalmente, las casas suelen tener zonas comunes propias, hágase referencia a jardín, piscina, trastero, garaje… Los dúplex suelen compartir dichos espacios con las otras viviendas pertenecientes al edificio.
Razones por las que vivir en un dúplex
Conocer las ventajas de cada modalidad de vivienda es clave para tomar la decisión más acertada. Vivir en un dúplex cuenta con una serie de puntos fuertes a resaltar:
– Amplitud. Los dúplex suelen ser la opción más cómoda para aquellos que buscan espacio extra ya que estos suelen ser de mayor tamaño que un piso normal. Además, los espacios diáfanos son frecuentes en este tipo de viviendas aportando una mayor sensación de extensión.
En muchas ocasiones, cuando se trata de un ático o vivienda unifamiliar, tienen la ventaja de contar con un patio o terraza que, sin duda, son un atractivo más a la hora de tomar una decisión.
– Privacidad e intimidad. Esto es posible gracias a la división en dos espacios diferenciados donde, habitualmente, las habitaciones se encuentran en la parte superior, mientras que la cocina, salón y baño están situados en la planta baja.
Una distribución que, a su vez, minimiza los ruidos de zonas comunes y espacios de ocio en las zonas de descanso.
– Luminosidad. Las viviendas con dos plantas suelen tener más luz que aquellas que cuentan con una sola. A su vez, este tipo de viviendas presenta habitualmente amplios ventanales que aportan luz natural a todas las estancias.
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